Madrid 20/80 (Loco amor de cabaret)

En un café cantante de siempre, producto de distintas épocas del siglo XX, Vicky recorre un largo periodo de nuestra historia de una forma particular y a través de canciones y situaciones que se repiten, aunque éstas tengan una apariencia diferente en cada etapa.
Vicky emerge una y otra vez en un ciclo constante de amor y espera, esperanza y desesperanza… convencida de que el espectáculo siempre ha continuado… sean los años 20, los 50 o los 80 quiere, debe y va a continuar.
A su lado una persona real, Olga Mª Ramos, no viene sola. Su pasado, sus recuerdos, sus reliquias heredadas y compartidas, su arte, su sabiduría y su trabajo la acompañan… y acompañan a Vicky, un personaje de ficción que navega a través de esas distintas épocas para ofrecernos su visión particular y cambiante, aunque repetida… de una parte de nuestra historia.
Persona frente a personaje: la realidad y la ficción se tocan en la rueda del tiempo.

En los principios de siglo XX, el cuplé está en su máximo apogeo, primera representación de los sucesos que atañen a Vicky, no será la única vez. Es un nacimiento, una forja, Olga se encuentra con su niñez, la de su madre, el surgimiento de un género de éxito.
Años 50, la madurez y un nuevo resurgimiento. Olga transita por los cafés cantantes, las separaciones, la mala suerte. Vicky revive de nuevo la misma secuencia de antaño que… como si de un espejo trastocado se tratara, reflejará la misma situación de antaño. El cuplé se asemeja al río Guadiana, aparece de nuevo para comunicar, para traer frescura.
Años 80. Los tiempos van cambiando, pero el cuplé encuentra de nuevo un espacio que se entremezcla con el bullicio de La Movida. Un nuevo folklorismo se amasa. Olga María Ramos junto a su madre regentan el popular local “Las noches del cuplé”. Quizá la última secuencia de sucesos en la vida de Vicky… o no.